AMÉLIE NOTHOMB, Ácido sulfúrico (Acide
sulfurique).Ed. Anagrama, 2007, 168
páginas.
EL AUTOR
La
escritora belga Amélie Nothomb es una de las escritoras en lengua francesa más
vendidas en la actualidad. En Francia y Bélgica, es una figura conocidísima, y
se espera ansiosamente la publicación de sus novelas, que aparecen todos los
años puntualmente el 1 de septiembre. Es también una autora controvertida por
la temática de sus novelas, que suelen analizar críticamente la sociedad
contemporánea.
Otras
obras muy conocidas de la autora son Estupor
y temblores, novela de corte autobiográfico que narra la experiencia de una
chica europea en Japón, y Cosmética
del enemigo.
DE
QUÉ VA
Ácido
sulfúrico comienza con la captura de una serie de ciudadanos anónimos
que van a formar parte de un nuevo programa televisivo (“Concentración”) en el
que se toma como base la estética (y la ética) de los campos de concentración
nazis. Los concursantes serán los prisioneros de una cárcel regentada por jefes (llamados "kapos" como en los campos alemanes) que también son seleccionados entre los ciudadanos. Una de las prisioneras es
la bella Panonique, que pronto se convertirá en una de las concursantes
favoritas de los espectadores, sobre todo cuando llama la atención de una de
las jefas del campamento.
LA CUBIERTA
Sobre
la cubierta (me gusta mucho analizar las cubiertas), digamos que es...
mejorable. No sé qué lleva a la escritora a aparecer en la portada de todas sus
novelas, supongo que es una táctica comercial, parece ser que es una mujer muy
conocida en Francia. En todo caso, no resulta indicativo de la trama
de la novela y, si es una estrategia de venta, no tiene sentido
mantenerla en la edición española, dado que aquí nadie conoce físicamente a la
escritora. Además, no es una práctica habitual en España que aparezca el autor
en la portada para incentivar la venta; no lo hacen Pérez Reverte, Ruiz Zafón o
Laura Gallego, por citar a autores que venden mucho y cuya imagen
reconoceríamos. Me gusta mucho más esta otra portada de una edición en
francés, más sugerente y relacionada con la acción.
QUÉ MÁS
La
novela parte, pues, de un supuesto distópico, en el que los programas de telerrealidad
que hoy día proliferan en las televisiones de todo el mundo llegarían al
extremo de secuestrar a los participantes en contra de su voluntad y de ir
eliminando literalmente a los nominados por los espectadores. La sociedad
aparece como un conjunto de individuos deshumanizados que asisten
escandalizados, pero sin moverse de la pantalla, al sufrimiento de personas que
no les parecen reales, sino personajes de ficción, por tanto no importa su dolor
ni su muerte. Todo el mundo (prensa, políticos, público...) está indignado pero
nadie parece querer frenarlo y renunciar al show.
Los
personajes protagonistas son los prisioneros, que aparecen, a semejanza de los
campos de concentración, identificados con un número. Solo Panonique tendrá
nombre para el lector, aunque hay otros prisioneros individualizados que provocarán
ternura o desprecio. Los prisioneros buscarán la forma de sobrevivir, física y
espiritualmente, al atropello a su integridad que supone el programa de
televisión en el que los espectadores asisten, indignados pero sin moverse de
la pantalla, a la prisión y muerte de seres humanos, y cada uno de ellos lo
hará a su manera, no necesariamente de la manera moralmente correcta.
Los
jefes (kapos) tampoco están
individualizados; solo llegaremos a conocer a la kapo Zdena, personaje
repugnante que funciona como contrapunto de Panonique, y que se enamora de la
prisionera hasta el punto de estar dispuesta a cualquier cosa por conseguir su
atención. La relación de Panonique y su kapo es el eje central de la novela, y
la evolución de esta relación y lo que supone para la vida en el campo de
prisioneros será lo que haga avanzar la trama, y lo que lleve a su desenlace,
demasiado precipitado y poco desarrollado: la novela queda cerrada, ¡pero
hubiera querido más detalles!
Como
conclusión, la novela es agradable de leer, bien escrita, bien traducida, muy
corta (va en una tarde) y provoca una reflexión acerca de la sociedad
actual, de los límites de los medios de comunicación y de la intrusión en la
intimidad, igual que otras distopías literarias. La presentación de la trama
como un “reality show” da miedo por lo realista, te lleva a pensar cuál es el
límite de la intrusión en la intimidad de estos programas. ¿Todo puede ser
espectáculo? ¿Debe limitarse la actuación de los medios de comunicación?
También
analiza las reacciones (nobles y rastreras) que podemos tener los seres humanos
llevados a situaciones en las que hay que competir por la supervivencia, como
otras novelas o películas localizadas en campos de prisioneros o en sociedades
totalitarias. El problema es que se parece demasiado a todas ellas. Es decir,
si ya te has leído 1984, Fahrenheit 451, Maus, Ensayo sobre la
ceguera... tampoco te aporta mucho más; y si no te los has leído, quizá sea
mejor empezar por ahí.
Esta reseña forma parte del "Reto veraniego" organizado por Colgado en la pared. |
miércoles, 7 de agosto de 2013
AMELIE NOTHOMB, Ácido sulfúrico.
Etiquetas:
FANTASÍA Y CIENCIA-FICCIÓN,
FRANCESA,
RETOS,
XX-XXI
4 comentarios:
Si no aporta mucho más, creo que la dejaré pasar, que ya he leído 1984 y Ensayo sobre la ceguera. Ambas me gustaron mucho, pero tampoco me apetece repetir con la temática. Y si no hay nada original...
Besotes!!!
Bueno, eso es lo que me ha parecido a mí, a lo mejor a otra gente le gusta más.
Un saludo
Pues a mí me encantó!
La verdad es que es una escritora que o te encanta o te deja un poco chof... Tiene un estilo muy peculiar =)
Besotes
A mí este libro me resultó entretenido. No sé si logra el efecto crítico que pretende, pero para pasar un rato, me sirvió.
Genial reseña.
¡Nos leemos! :)
Publicar un comentario